Tras una serie de cuestionamientos que me estoy haciendo últimamente a consecuencia de varias consultas que me han llegado relacionadas con viajes, voy a tratar de responder a la pregunta que me planteo en el enunciado de este post haciendo un paralelismo con dos viajes que realicé en su día a Cuba y a Brasil.
Lo comparto con vosotros por si os sirven mis análisis y conclusiones. También me gustaría saber vuestra opinión al respecto, me la podéis dejar en los comentarios o si queréis, hablamos o bien nos conocemos y nos tomamos un café!
Fotografía d La Habana: @travelling_dean
El otro día reflexionaba en mi cuenta de Instagram sobre 3 viajes o experiencias que actualmente estoy promocionando. Una de ellas es un retiro holístico en La Romana, República Dominicana , otro es un viaje en Semana Santa a Marruecos cuyo recorrido es Marrakech-Ruta de las 1000 Kasbahs-Desierto de Merzouga-Fez desde el 14 de abril hasta el 18 de Abril y el tercero es un viaje a Rajasthan en Semana Santa del 9 al 17 de Abril de 2022.
Fotografía de La Romana, República Dominicana: JoeDesousa
Fotografía de Fez, Marrucos: @soulnomade_
Fotografía de Royal Gaitor, Jaipur: @travelwithcg
En mi opinión y en relación con la pregunta que planteo en el enunciado de este post, cada viaje tiene una perspectiva diferente y hay momentos para todo en esta vida. Al igual que también hay diferente tipo de personalidades y las mismas, decantarán la manera en la que te vas a proponer viajar. Todo es muy respetable y cada opción tiene sus pros y sus contras.
Si bien es cierto que yo he sido a lo largo de toda mi vida una viajera super independiente, también os diré que en ocasiones y sobre todo cuando se ha tratado de un primer contacto con un país grande, he utilizado paquetes que me suponían un ahorro de tiempo a la hora de planificar, pero sobre todo y ante todo, un ahorro de dinero.
Lo que comento en el último párrafo lo hice por poner un ejemplo en la zona de Natal, en Brasil. Hace unos años, cuando viajé allí, creo recordar que estaban promocionando el destino y había paquetes combinados de vuelo y hotel muy baratos. Recuerdo que estuve mirando y solo coger el vuelo por separado ya salía más caro que contratar ese paquete que finalmente acabé reservando.
Que contrates un paquete no quiere decir que aproveches exactamente todos los servicios que te van a ofertar en el mismo. De hecho, en este viaje de Natal, hice noche en el hotel que incluía la oferta el primer día y luego ya el resto del viaje lo hice por mi cuenta. Viajé hacia Pipa y me basé para organizarme en guías que leí por Internet. Al fin y al cabo es un destino de playa básicamente durante el día y con mucha vida en el pueblo durante la noche, así que así lo hice.
Fotografía playa Pipa: Romy Pawlak
Fotografía Pipa pueblo vía Brazilwonderes Tumblr
Fotografía Pipa pueblo: Viajes y Fotografía
Ahora bien, ¿qué sucede cuando solo tienes unas fechas concretas, cuando no tienes el tiempo necesario y suficiente para planificar o cuando sencillamente no te apetece organizar nada y solo quieres disfrutar?
Os pongo otro ejemplo: mis tres viajes a Cuba. Cada uno de ellos lo he realizado desde una perspectiva distinta.
Esta isla me robó el corazón en todos los sentidos. En otro post os contaré porqué.
Fotografía La Habana: @aarpitmehrotra
Fotografía La Habana: @edinchavez
En relación con la esencia de lo que estamos comentando y antes de explicar en resumen qué fue lo que me sucedió en mi primer viaje a la isla, deciros que tras volver la primera vez de Cuba, conocí una plataforma online que ofrecía vivir experiencias con locales. Además no eran las típicas experiencias al uso, sino que se movían en una especie de nicho de formato alternativo. En aquella plataforma encontré un montón de ideas que a mí me hubiese encantando vivir la primera vez que estuve en la isla, y que sin embargo, por desconocimiento, no pude realizar hasta una segunda ocasión.
Fotografía La Habana: @cuba_streetphotography
Otro detalle a tener en cuanta respecto a mi primer viaje a Cuba fue que como el viaje que inicialmente me proponía hacer era largo y no tenía gente cercana que quisiera viajar a la isla en las mismas fechas en las que yo me lo proponía, por una cuestión supongo inicialmente de querer compartir gastos, me metí en un foro para montar un grupo que estuviese interesado en viajar a mi mismo destino en las mismas fechas que yo. No lo considero un error, pero ya os adelanto que salió más mal que bien, sinceramente. La idea del viaje era montárnoslo todo por nuestra cuenta buscando información disponible online.
Resumidamente os cuento que yo soy de esas personas que no tiene ningún tipo de filtro ni de problema a la hora de relacionarse con la gente y de hecho, me encanta conocer a gente de todo tipo y condición, pero amigos, hay que saber muy bien con quién te vas de viaje….Esto son palabras mayores.
Dicen que cuando preparas un viaje, viajas en dos ocasiones, primero cuando lo organizas, y después cuando estás disfrutando del mismo.
Pues en el momento de preparar Cuba y por las circunstancias de ser este inicialmente un grupo de desconocidos, realicé todos los protocolos necesarios (como nos gusta decir ahora que esta palabra está tan de moda) para entender bien con quién iba a viajar. En ese momento disfruté. En nuestro grupo hablábamos por teléfono en múltiples ocasiones y los de Madrid quedábamos a tomar algo en alguna ocasión para conocernos. Posteriormente creamos un chat de grupo de Whatsapp en el que se iban comenzando a notar ciertas diferencias, sobre todo en cuanto al estilo de viaje como tal que cada uno de nosotros tenía en mente hacer.
En ese grupo sucedió de todo. De hecho hasta se formaron parejas. Inicialmente todo era maravilloso. Siempre al principio te llevas con todo el mundo bien. Recuerdo que para los que salíamos desde Madrid, nuestro vuelo a La Habana, tenía una escala nocturna en Ámsterdam y como solo se trataba de algunas horas y los precios de los Airbnb y hoteles eran exagerados no, sino lo siguiente, decidimos salir por la noche en Ámsterdam, evitar reservar alojamiento y volver sin dormir al aeropuerto, donde teníamos la salida ya directos a La Habana. Os diré que es muy gracioso el mundo de los coffee shops en Ámsterdam sin dormir nada. Y eso que yo no fumo, pero las cortinas de humo de esos locales de noche causaron estragos en mí. Menudo vuelo a la Habana más placentero que realicé.
Por resumir un poco toda la historia, -que da para un libro y tampoco quiero desviarme por aquí de la idea inicial de este post-, en un grupo de este tipo, considero que tienes que estar super bien compenetrado o al menos tener cierta afinidad en cuanto a tus gustos y estilos de vida. ¿Es esto posible? Ya os adelanto que sí. No en España, pero fuera, he visto agencias que organizan viajes en torno a un tipo de interés específico y concreto, como por ejemplo, comunidades locales, artesanos, etc. Dejo esta cuestión que me parece verdaderamente interesante para desarrollar en otro post.
Volviendo a mi primer viaje a Cuba, como os comentaba, todo iba super bien inicialmente, pero a medida que todo avanzaba, la cosa se comenzaba a torcer.
Por supuesto y por tan solo nombrar dos ejemplos, tuve que transar con las típicas turistadas del tipo “mojito en el Hotel Nacional de La Habana” o salida nocturna al Mio y Tuyo, local que por supuesto nada tiene que ver conmigo y con mi forma de disfrutar de la noche, pero me lo comí y oye, nada sobra en esta vida. Una experiencia más. Conocí una cara de la moneda cubana a la que de otra manera ni por asomo me hubiera acercado. Por poneros un símil para que me entendáis en todos los países en los que me leéis, sería algo así como llevar a un sitio super pijo y con reservados VIP a alguien a la que realmente lo que le gusta son los lugares alternativos precisamente.
Fotografía La Habana: @jochyamp
Menos mal que este viaje era largo. La cosa es que estuve con el grupo si no recuerdo mal unos 8 días. Muchos de esos días en los que aún compartía con el grupo, me lo montaba yo por mi cuenta a pesar de estar con ellos para aprovechar los transportes y los alojamientos que compartíamos para ahorrar. Pero oye, no todo es malo. De verdad. Quizá yo es que soy muy especialita, no lo sé, pero probablemente.
Pues bien, ¿sabéis cuando sucedió la magia en ese viaje? Pues en el momento en el que decidí yo tirar por mi cuenta y separarme del grupo. Tras visitar Cienfuegos y Trinidad y conocer a un alucinante chaval en esta última y encantadora localidad, me fui 3 días a Cayo Coco para repostar a modo relax antes de seguir mi viaje dirección Santiago de Cuba y el acierto al desligarme del grupo fue total. (Por si alguno se lo está preguntando, al chico lo dejé en Trinidad, continué sola durante todo mi viaje, aunque realmente nunca lo estuve) Cuba se convirtió en uno de los viajes de mi vida. Ya os lo contaré en cualquier otro post en detalle. Esta es la típica isla en la que si viajas solo, precisamente por el carácter de los cubanos, jamás estarás solo en realidad, de hecho en ocasiones hasta vas a echar de menos la soledad real y de verdad. En relación con este último punto, no puedo dejar de acordarme de mi visita a Santa Clara cuyo Mejunje de Silveiro y Parque Leoncio Leal merecen un capítulo a parte. ¡Quien lo conoce, lo sabe!
Fotografía Cienfuegos: @mcheblak
Fotografía Trinidad: @mahadaamir
Fotografía Cayo Coco: @flo_troy
Fotografía Santiago de Cuba: @cristinanasi
Fotografía Santa Clara: @veveordie
De todas maneras, viajando con un grupo de desconocidos o no, hubiese sido imposible en aquella primera ocasión organizar el típico viaje que inicialmente da en el clavo con todo, salvo que le hubiese contado a alguien la idea que yo tenía en la cabeza y que ese alguien primeramente me hubiese captado y posteriormente, que me hubiese podido asesorar y ayudar a organizar lo que yo tenía en mente. Tarea nada fácil pues lo que yo iba buscando era muy de nicho.
Por poneros un ejemplo: a mi me encanta todo lo que tiene que ver con el folclore afrocubano. ¿Te imaginas conocer la sede de la Compañía Folclórica Raíces Profundas de Cuba? Esto nunca te lo va a ofrecer una agencia de viajes al uso y sin embargo es una experiencia preciosa: verles ensayar, la energía que desprenden en el escenario, conocer el mágico edificio en semi ruinas, conocer la Santería o conceptos básicos sobre la religión afrocubana, los significados que tienen en su cultura sus deidades u Orishas…Todo lo anterior a mí me llama muchísimo la atención. Pregúntame si tú también estás interesado, yo lo tengo al alcance de mi mano porque al final he acabado rodeada de cubanos y cubanas en mi vida y en mi día a día.
Os dejo un ejemplo de la producción de un vídeo en el que participé, puesto que volví de Cuba enganchada al país y haciendo un montón de cosas en relación con la isla.
Vídeo de @sublevaobeat aka @afrosideral al que le llevo el management y booking porque me enamoré de lo que hace y es un artistazo.
En Cuba como en tantos otros países existe la picaresca. Y eso es debido a múltiples motivos, muchos de ellos sociales y políticos. No lo estoy juzgando en absoluto, sucede en un montón de lugares alrededor del mundo. Y qué mejor manera de deshacerte de esta cuestión que a nadie agrada que poniéndote en manos de alguien de total confianza para ti. Vaya, que sepas que no te la van a jugar ni te van a tratar de torear ni de despistar.
Volviendo a la cuestión principal y para no desviarnos, no es que la primera ocasión no me gustase el viaje que hice, todo lo contario, el viaje me encantó, estuve prácticamente un mes y me recorrí muchísimos lugares de la isla, incluidas zonas no turísticas. Solo que los primeros ocho días, los hubiese quizá aprovechado de una manera diferente de haber sabido ciertas cosas antes. Tenía muy claro lo que evidentemente tenía ganas de evitar a priori, que era Varadero, aunque de nuevo, craso error, porque a veces moverse por clichés, no le deja a uno pensar de la forma adecuada. Yo tenía una idea preconcebida de las típicas personas que contratan ese paquete Habana-Varadero y que no ven absolutamente nada de la isla de forma real sino que viven en sus mundos de resorts alejados de la realidad. Pero rascando un poco pude descubrir por supuesto a través de nuevo de locales, fiestas míticas en esa localidad paradisiaca que solo se mueven a nivel gente de la zona y a las que realmente pocos extranjeros, viajeros o turistas tienen acceso.
Fotografía La Habana: JF Martin
Fotografía La Habana: @e_l_d_32
¿Cuál era el primer punto de partida desde el que yo tenía en su día que haber comenzado a construir? La respuesta estaba en una película que me marcó e inspiró muchísimo antaño: “Habana Blues”
¿Porqué? Porque yo sabía inicialmente que le daba mucha importancia a la música, que me encantaba esa escena alternativa de música que la película reflejaba en su hilo argumental y porque desde el momento en que la vi, se convirtió en una de mis películas de cabecera.
Fotografía protagonistas “Habana Blues”: Warner Bross Everett Collection
Por supuesto, al volver a España tras ese primer viaje épico, investigué en esa línea que encontré en aquella plataforma que os comentaba que ofrecía experiencias con locales como punto de partida y ya en la segunda ocasión que viajé a la isla, tuve la oportunidad de conectar con locales con los que previamente había estado conversando a través de redes sociales.
Ese segundo viaje ya se parecía muchísimo más a lo que yo tenía en mente de la isla y a cómo me hubiera gustado que sucediesen las cosas la primera vez. Si el primero fue un viaje épico, el segundo fue mítico.
Y a la tercera ya va la vencida señores, me convertí en toda una experta en el destino. Esta historia también la dejo para cualquier otro post.
Si os fijáis, aquí hay dos cuestiones importantes: primero, el tiempo del que dispones tanto para organizar como para disfrutar en el propio viaje como tal y segundo, saber escoger en la dirección correcta y adecuada.
Mi segundo y tercer viaje a Cuba fueron totalmente únicos y distintos porque yo le dediqué mucha energía y tiempo al país que me robó el corazón.
No es lo mismo tener los días contados para conocer un país, que disponer de más tiempo. O querer tener una primera aproximación para posteriormente profundizar si la cultura o la energía de ese país te llama la atención o te despierta algo especial, como en mi caso con Cuba.
Para el caso de poco tiempo, fechas muy concretas de viaje y primera toma de contacto con un determinado país, los tours de paquetes organizados me valen perfectamente. Como ya he comentado más arriba, hay veces que incluso esta opción acaba saliéndote más barata por los precios con descuento que los touroperadores son capaces de conseguir.
También además si quieres, puedes contratar algo tipo tour y tan solo aprovecharte de los traslados y de los alojamientos en los distintos puntos en los que se hace noche e ir a tu aire durante el día. Esto como opción si no eres de los que te gustan las excursiones organizadas o las ataduras que muchas veces suponen este tipo de opciones en cuanto a horarios.
Fotografía: Timon Studler
Vamos con el caso de las agencias de viajes: para mí en múltiples ocasiones tienen todas las ventajas del mundo. Me explico: se supone que si estás en manos de una buena agencia, puedes despreocuparte del todo puesto que lo van a hacer todo por ti y van a asumir una serie de responsabilidades en el caso de tener alguna incidencia en el transcurso del viaje. Si tienes un trabajo muy absorbente o no dispones de tiempo, son la opción más adecuada. Y mejor aún si son capaces de personalizar en base a lo que tú les digas o transmitas. Aunque algunas no lo hacen, muchas sí y hay grandes profesionales en el sector.
Pero hay una tercera opción, mi favorita: el diseño personalizado de viajes y/o experiencias. Lo que últimamente viene a llamarse “travel designer” (yo añado “experiences designer”) Esta opción sin duda es la más efectiva, la que más se va a ajustar a tus expectativas de forma real y la que más va a dar en el clavo y atinar.
Fotografía: Domenico Loia
Al igual que en el sector de los eventos, con el que el mundo del viaje guarda grandes paralelismos, aquí está la clave para crear una experiencia memorable, en la personalización. Tener a alguien a tu disposición que comprenda lo que quieres para dibujar la ruta adecuada y que se ajuste a tu presupuesto y a tus preferencias y gustos porque es capaz de saber quién eres, cómo eres y qué quieres. Alguien que hable en tu mismo idioma en el sentido de comprender perfectamente lo que vas buscando para que diseñe y que posteriormente coordine la ejecución del desarrollo de algo que de verdad quede en tus recuerdos y en tus experiencias de vida.
¿Quién sabe cómo te puede cambiar un viaje? El hecho de vivir experiencias y conocer otras culturas o formas de vida es algo que indudablemente abre tu mente y que a veces puede provocar cambios muy profundos en ti. Siguiendo con el ejemplo de Cuba, recuerdo que tras mi primer viaje, me encontré a mi misma durante varios meses posteriores buscando todo tipo de información del país y de los locales para acercarme más a su cultura y para comprender mejor sus particularidades en una segunda ocasión que por supuesto siempre tuve claro desde el primer momento que se iba a producir. Llegué al extremo de buscar información para trabajar en la isla, (con eso lo digo todo). Esto último finalmente nunca sucedió por motivos varios, (y a fecha de hoy tampoco me arrepiento), así que hasta ese punto me tocó la fibra sensible la perla del Caribe.
Lo anterior está muy relacionado con vivir experiencias con locales, que por supuesto siempre van a ser las personas indicadas para enseñarte y que puedas realmente comprender un determinado país o una determinada forma de ver la vida.
Todo lo que yo te vaya a ofrecer siempre desde No Limit Ideas tendrá muy en cuenta estas perspectivas o puntos de vista. Aprovecharse de viajes organizados cuando la oportunidad sea interesante desde el punto de vista económico y cuando se trate de una primera aproximación a un país, agencias de viajes con las que colaboro perfectamente seleccionadas como plan B y por último, diseño de experiencias únicas personalizadas cuando quieras algo que perdure en el tiempo, que te marque e impacte de verdad y que deje huella en ti. Que realmente se trate de una experiencia que difícilmente sea replicable por su exclusividad y diseño. Y ya sé lo que estás pensando al leer esto último, pero yo me anticipo y te lo desmiento: lo anterior no tiene necesariamente porqué ser caro. La exclusividad muchas veces no es el equivalente a caro o prohibitivo, quizá yo aquí hablo más bien de experiencias no cuantificables económicamente.
Fotografía: @collagevintage
Como sucede en el mundo de los eventos, para poder realizar correctamente un diseño de una experiencia, hace falta tener tiempo y disponer de los contactos adecuados. Es decir, se requiere de un knowhow específico en el destino o tienes que haberte rodeado de las personas adecuadas que puedan ayudarte a desarrollar este concepto de la manera idónea o ideal. Y para que esto suceda de la forma adecuada, igualmente tiene que haber habido un periodo de prueba-ensayo-error, se tiene que haber filtrado y al final una se tiene que haber enamorado. Es así como se da en el clavo.
Mientras escribía este post, iba rememorando experiencias y sonreía recordando escenas que se me venían a la mente. Así debería de ser siempre con los viajes que te marcan y con los destinos por donde uno no pasa de puntillas.
¿Y tú qué opinas? Me encantaría conocer tu experiencia. Déjamela en los comentarios a este post o ponte en contacto conmigo y analizamos tu perspectiva. A veces me encanta que con argumentos razonables me hagan cambiar de opinión, aunque como veis, creo que en este punto y en lo que respecta al tema que estamos tocando, lo tengo bastante claro.
Nada más por hoy, que me ha salido un post que parece el capítulo de una novela por fascículos… Os veo en mi Instagram para más inspiración diaria. ¡Seguimos en contacto!